domingo, 5 de agosto de 2007

¿Una ley de bienestar animal o una ley contra la violencia humana?

¿Una ley de bienestar animal o una ley contra la violencia humana?

Esteban un niño de 10 años, iba en bici con unos amigos por el parque Roosvelt; cuando lo vieron no se movía, atado a un árbol con un cable negro y corto abandonaron quien sabe cuando al perro. Estaba muy flaco, y tenia ya muchas lastimaduras. Lo soltó y fue a buscar a su mama. Cuando el perro salio arrastrándose del parque unos niños por diversión lo empezaron a apedrear, otro niño de 13 años le pego un chumbazo y no falto la señora que le tirara agua fría para que se fuera de su casa….

A Heber (así le pusieron los que lo recibieron en APA El Refugio) el perro ovejero fue lapidado literalmente hasta no poder pararse. Ingreso al Refugio casi en coma, con el hocico fracturado, traumatismo de cráneo con fractura, posible pérdida de ojo, una pata delantera mal con posible fisura, cortes y golpes en todo el cuerpo, estado de desnutrición avanzado y por consecuencia del estado sarna. Todavía no se lo pudo chequear totalmente debido a su dolor, después de una semana del rescate, pero es una mas de tantas historias de maltrato.
Estos casos que se ven cada vez con mas frecuencia, son síntomas, alarmas, de una sociedad que se esta deteriorando en sus valores morales, en su comportamiento ético, una sociedad que se esta deshumanizando.
Los niños reciben desde temprana edad, contacto con imágenes de animales (e incluso, la mayoría de ellos conviven con una o varias mascotas). De éstos aprenden a ser responsables a desarrollar empatía, afecto incondicional y muchos adquieren su autoestima como consecuencia de su relación con su animal de compañía. Desafortunadamente, en familias problemáticas, los niños pueden aprender que los animales pueden ser maltratados e incluso que la conducta agresiva es aceptable hacia humanos (White & Shapiro, 1994). Algunos niños se identifican con el agresor (que puede maltratarlos a ellos o al cónyuge además de a las mascotas) y se convierten ellos mismos en agresores (Gil, 1994).
Lamentablemente, pese a todas las investigaciones internacionales, la conexión que existe entre el abuso de los animales y la violencia humana, es un tema desconocido para muchas personas, profesionales, educadores, legisladores y medios de comunicación que conforman y son directamente los responsables de una sociedad.Hay un informe muy completo en la página Web de Anima Naturalis que les recomiendo leer:
“Entendiendo la relación: Maltrato a animales, abuso a niños y violencia en humanos”
http://www.animanaturalis.org/modules.php?goto=Sind183

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